Las mujeres rebeldes de novela distópica son un claro ejemplo de personajes femeninos revolucionarios en la literatura. Sin embargo, a veces no pensamos que estas protagonistas tengan mucho en común con aquellas novelas de género no fantástico, y en especial con las novelas clásicas.
Hoy te traigo un ejemplo. ¿Qué tienen en común la valiente Katniss Everdeen de la saga Los Juegos del Hambre y la indomable y testaruda Jo March de Mujercitas. ¿Cómo puede ser?, te preguntarás, si Mujercitas parece una obra costumbrista. A mí también me lo parecía, hasta que por insistentes recomendaciones de amigas la releí el año pasado. Entonces me di cuenta que este libro es la rebelión de su autora. Así que en cierto modo, esta comparación debería hacerla entre Katniss y la autora de Mujercitas, Louisa May Alcott, que plasmó su propia vida en el personaje de Jo March.
Nuestras dos mujeres revolucionarias de libros, tanto distópico como de drama romántico, son inteligentes, de lengua afilada, de piernas fuertes y de ojos grisáceos.
Al igual que Jo, Katniss se siente en desacuerdo con la sociedad y vive en una pobreza, que ninguna de las dos acepta con resignación.
Ambas mujeres rebeldes de novela, distópica y romántica, viven sin la presencia del padre de la familia.
Jo, la segunda de cuatro hermanas, vive junto a estas y su madre porque su padre está en la guerra como capellán. Hay que recordar que en esta época, en el que el hombre se consideraba el cabeza de familia, Jo carga con ese rol. De espíritu indomable, carácter fuerte, sarcástica y malhablada, era considerada en su momento un personaje de rasgos masculinos. Hoy en día simplemente se ve como ese personaje que muchas mujeres hemos querido ser. Además le encanta leer y a lo largo del libro logra ganar el reconocimiento (¡y un sueldo!) como escritora. Y cómo no, si has leído esta maravillosa historia, recordarás una vez más como esta mujer insurrecta para su época, vende su pelo para que su madre pueda visitar a su padre que ha caído gravemente enfermo en la guerra.
Katniss, por su parte, es la mujer rebelde de libro distópico por excelencia. Se hace cargo de su familia cuando su padre fallece en una explosión minera. Su madre queda sumida en una fuerte depresión y se siente incapaz de hacerse cargo de su familia, por lo que Katniss debe hacerse responsable de ella y de su hermana pequeña, Prim. Para ello emplea todos los recursos que le enseñó su padre sobre la recolección y la caza.
Jo siente debilidad por la tercera de sus hermanas, Beth, tal vez la antítesis de las mujeres rebeldes de novela. Beth es una niña bondadosa, obediente, callada, tímida y tranquila. Le encanta tocar el piano y nunca se queja de su suerte, incluso cuando cae enferma por la escarlatina. Jo siente en su hermana Beth la inspiración para ser mejor persona y para hacer bien en el mundo, y la muerte de la angelical Beth en la segunda parte de la novela, Aquellas mujercitas, aumenta su determinación. Por cierto, como curiosidad de te contaré que la autora se basó en su hermana Lizzie, quien también murió por escarlatina siendo muy joven.
Jo trata de controlar su temperamento, en cambio Katniss trata de emplear el suyo para luchar en la arena. Pero al igual que Jo, su carácter se suaviza por la ternura que siente hacia una hermana más joven y tímida, Prim. De hecho, a primera frase de Los Juegos del Hambre habla de la sensación que le produce la ausencia de su hermana en su cama:
Cuando me despierto, el otro lado de la cama está frío. Estiro los dedos buscando el calor de Prim, pero no encuentro más que la basta funda de lona del colchón. Seguro que ha tenido pesadillas y se ha metido en la cama de nuestra madre; claro que sí, porque es el día de la cosecha.
Los Juegos del hambre, suzanne v
Al comienzo del segundo capítulo, Katniss pone su vida en juego para salvar a su hermana ofreciéndose como tributo para los Juegos. En los Juegos, Katniss se esfuerza por salvar a su distrito, pero es su devoción por su hermana la que impulsa su rebeldía. Y luego en la arena, otra niña, Rue se convierte en una hermana para Katniss, aunque a ella no puede salvarla.
Tras el éxito de la primera parte de Mujercitas, el editor recibió cartas de fans ansiosas por que las hermanas March se casaran. Deseaban que nuestra mujer rebelde, Jo March, se casara con su mejor amigo y vecino, el adinerado, Laurie.
Cuando el editor dijo a la autora, soltera e independiente, que para vender necesitaba casar a Jo March, Alcott se resistió y quejó amargamente, aunque al final accedió. Y es que eran otros tiempos… Pero en lugar de hacer que Jo se casara con su amigo rico y guapo de al lado, lo hizo con un profesor pobre y desordenado. Otra muestra de rebeldía del personaje y de la autora.
Alcott hizo que Jo siguiera las normas heterosexuales para que su novela fuera un éxito comercial. Mientras que en los Juegos del Hambre el romance se muestra como un medio de supervivencia más que un fin en sí mismo.
Hace años Mujercitas me pareció demasiado sentimental (aunque siempre sentí debilidad por Jo), pero en mi relectura del año pasado me di cuenta de que la narraba una mujer transgresora, que ponía todo su ser en Jo. Esta obra tiene más de ciento cincuenta años y sigue siendo uno de los libros más leídos y releídos. Tal vez sea la contraposición a la Cenicienta, y otros cuentos clásicos que hablan de la competencia entre mujeres. Puede que Alcott fuera la pionera en este sentido, con su Jo luchando con su lengua rápida, con su pluma y su papel y su carácter de fierecilla indomable. Quizá gracias a ella surgieron nuestras mujeres rebeldes de novelas distópicas y otras novelas fantásticas, las que luchan con arco y flechas, como Katniss, con botas militares o con capa. Las que combaten juntas contra las injusticias, y no entre sí.
¿Qué otras mujeres rebeldes de novelas se parecen para ti?
Grande Isabel.
Sigue luchando por tu sueño.
Seguiremos. ¡A por todas!
¡No me había planteado nunca esta similitud! Gran post, me ha parecido súper interesante la reflexión sobre ambas protagonistas 🙂
Muchísimas gracias, Pirra. Acabo d pasarme por tu blog y me ha encantado. Me verás merodeando por allí 🙂